martes, 28 de mayo de 2013

Historia de el cine mudo


El cine mudo (o silente) es aquel cine que no posee sonido grabado y sincronizado, referido especialmente a diálogo hablado, consistiendo únicamente en imágenes.La idea de combinar las imágenes con sonido grabado es casi tan antigua como la cinematografía en sí, pero hasta finales de los ' 20, la mayoría de las películas eran silentes. Este período anterior a la introducción del sonido se conoce como la "era muda" o el "período silente". Después del estreno de la película El cantante de jazz, las películas sonoras fueron cada vez más habituales y diez años después, el cine silente prácticamente había desaparecido. La era del cine silente, a menudo, es referida como "La Edad de la Pantalla de Plata"


La primera película silente fue creada por Louis Le Prince en 1888. Era un filme de dos segundos que mostraba a dos personas caminando alrededor del roundhay garden, se tituló La escena del jardín de Roundhay.
El arte de la cinematografía alcanzó su plena madurez antes de la aparición de las películas con sonido, a finales de los años 20. Muchos eruditos sostienen que la calidad estética del cine disminuyó durante varios años hasta que directores, agentes y el personal de producción se adaptaron al nuevo "cine sonoro". La calidad visual de las películas mudas -especialmente las producidas durante los años 20- era a menudo muy alta. Sin embargo, hay una falsa y muy frecuente idea de que estas películas eran primitivas y de mala calidad comparadas con los estándares modernos. Esta falsa concepción se debe a que tales películas presentaban errores técnicos (tales como velocidad de reproducción incorrecta) y debido al deterioro de muchas películas (muchas grabaciones existen solamente gracias a las copias de segunda o incluso tercera generación que se hicieron, debido a que el filme original estaba ya dañado y descuidado).
Los pueblos pequeños tenían un piano para acompañar las proyecciones. Pero las grandes ciudades tenían su órgano, o incluso una orquesta completa, la cual podía ejecutar algunos efectos sonoros.



Dado que el cine mudo no podía servirse de audio sincronizado con la imagen para presentar los diálogos, se añadían cuadros de texto para aclarar la situación a la audiencia o para mostrar conversaciones importantes en donde se le daba una narrativa real del diálogo.
El escritor de títulos se convirtió en un profesional del cine mudo, hasta tal punto que a menudo se le mencionaba en los créditos al igual que al guionista. Los intertítulos (o títulos, como se les llamaba en aquel entonces), se convirtieron en elementos gráficos por si mismos, ya que ofrecían ilustraciones y decoraciones abstractas que hablaban sobre lo que podíamos ver en pantalla.

Color del cine mudo





La inmensa mayoría de las películas en la etapa del cine mudo entre 1895 y 1927 estaban rodadas en blanco y negro. Sin embargo, ya desde el principio muchos cineastas se esforzaron por intentar dotar de color a las filmaciones. Así, Georges Melies tenía un equipo de obreras que pintaban a mano los fotogramas de sus películas, logrando así que en la filmación se vieran en color.Lo más habitual sin embargo era otro estilo de color en esta etapa, por el cual se sumergía segmentos completos de película o la película completa, en tinte de un determinado color, lo que daba a la película en la filmación ese tono de color, sin perder la monocromía. Para mediados de los años veinte, se había desarrollado en la industria del cine todo un código de colores según el tipo de escenas que se estuvieran mostrando. Así, las escenas nocturnas solían teñirse de azul oscuro o verde, por ejemplo, y otros escenarios tenían otros colores. La elección de estos colores era tan importante, que en el rodaje solía identificarse en la claqueta además del número de toma, el color con el que debía teñirse en postproducción lo que se estaba rodando. 
Además de estas formas de coloración artificial, la compañía Technicolor comenzó a dar sus primeros pasos en el rodaje en color natural en la etapa del cine mudo, y así estrenó su primer rudimentario proceso de color en 1917, para la película The Gulf Between, la primera película filmada en color en Estados Unidos, de la cual no se conservan más que algunos fotogramas. El resultado no fue satisfactorio y habría que esperar a 1922 para que el proceso se perfeccionara y continuaran realizandose películas o fragmentos de películas en color, utilizando el proceso de Technicolor "de dos tiras", que utilizaba dos colores básicos en lugar de tres como el Technicolor moderno, y que por tanto no podía reproducir el 100% del espectro de color. Clásicos del cine mudo como Los diez mandamientos (1923), The Phantom of the Opera (1925) o Ben-Hur (1925) contenían escenas rodadas en color. El proceso de Technicolor continuó utilizándose más allá del cine mudo durante los primeros años del cine sonoro hasta que la Gran Depresión redujo el número de rodajes al mínimo y volvió a estandarizarse durante algunos años más el blanco y negro. Después en los años cuarenta, los estudios se desentendieron de estas filmaciones en color y Technicolor para hacer sitio en sus almacenes destruyó los negativos de las filmaciones, provocando que la mayoría de películas en color de este periodo se perdieran o sólo se conservaran copias en blanco y negro.